NO COMPRE EN FARMACIAS AHUMADA


Huelga en Farmacias Ahumada y TV: la noticia que no existe
22 de octubre de 2010 10:00
Por Victoria Izquierdo

Tras más de dos semanas de huelga, los trabajadores de Farmacias Ahumada han comprobado dos cosas. Uno: que los empresarios de esa firma parecen determinados a no ceder ante las demandas no ya de un sueldo mejor, sino de condiciones un pichintún menos abusivas que las que actualmente los tienen ganando un sueldo base promedio de 32 lucas. Hay que aclarar, eso sí, que no todos están “así de bien”: hay algunos que tienen bases de 23 mil.
Dos: que, sorprendentemente, para los medios masivos, especialmente la televisión (que es la manera por la cual más del 75 por ciento de los chilenos y chilenas se informa de la actualidad), una huelga que involucra a cerca de 800 trabajadores que denuncian abusos e ilegalidades por parte de una cadena farmacéutica internacional, no es noticia.
Una norma tácita en algunos canales, al menos, parece ser no cubrir huelgas de empresas privadas porque, bajo ese criterio, podría haber una cada día. Esto, que aparenta ser una norma razonable, deja de serlo cuando los criterios noticiosos de este evento son poderosos y tienen que ver con grandes temas que se están discutiendo por estos días.
El primero de ellos, y a partir de la ebullición del tema “mineros”, es el abuso laboral: cómo grandes empresas con niveles de ganancia gigantesco se las arreglan para incumplir la ley sin ningún pudor. En otro ámbito diferente de la minería, hoy vemos que un negocio ya cuestionado hace un tiempo por el modo en que se coludía con sus pares para elevar los precios y perjudicar a los compradores, explota a sus trabajadores de manera sistemática.
¿No es acaso importante informar sobre un negocio construido sobre el abuso permanente de compradores y trabajadores? ¿No cumple esto con el criterio de relevancia, uno de los grandes criterios del valor de una noticia, según manuales esenciales de periodismo? ¿No cumple con otros criterios como interés o posibles consecuencias? ¿No cumple con la proximidad, considerando que la gran mayoría de los trabajadores en Chile está en condiciones de vulnerabilidad laboral? ¿No es, por decir lo menos, igual de noticioso que los ministros sacándose fotos con el Fénix 2?
Las versiones de un bloqueo comunicacional circulan hace días en la web y en los medios. Los millonarios patrocinios de las farmacéuticas serían, dicen, suficientemente jugosos como para no querer hablar de verdades incómodas, con la excusa de que son “privadas”. Bajo ese mismo prisma: ¿no es “privado” (en tanto trabajadores de una empresa privada) el drama de los mineros que vimos 24 horas, siete días a las semanas y cuyas consecuencias comunicacionales seguimos soportando?
Respuesta: no. Justamente. No es un tema privado; es un tema nacional. Es una realidad que no viven “sólo” estos 33 mineros, sino muchos de sus compañeros de oficio y trabajadores en otros oficios riesgosos. Por eso fue y es noticia.
¿Es un tema privado el que trabajadores de farmacias vivan lo mismo que hasta hace poco vivían miles de trabajadores del retail, es decir, que con triquiñuelas ilegítimas se les niegue lo que por ley les corresponde? ¿Es privado que una firma que se hace rica tratando de escamotear las chauchas a enfermos y jubilados haga lo mismo con la gente que hace crecer su capital? ¿No es ese un tema país? ¿No son el cumplimiento de las normas legales, la desprotección de los trabajadores, el abuso y la codicia temas nacionales y hasta estupendas historias humanas, si se las quiere ver con perspectiva estrecha, como bien dice Hugo Arias?
Y si la norma es cubrir sólo huelgas públicas, ¿por qué no se cubrió sino marginalmente la huelga de hambre mapuche? ¿Tampoco cumplía con requisitos noticiosos?
Hace rato que nos vienen formateando la realidad a la medida de sus intereses comerciales y políticos, en ese orden. Hace rato que el deber de informar dio paso a la libre decisión de informar.
Es sorprendente contrastar hasta qué punto las universidades que imparten periodismo se llenan la boca hablando del mandato ciudadano y del deber con las personas, versus la arbitrariedad con la que incluso nuestro canal “público” elige qué temas “importan” y qué temas se saltan.
Muchos de quienes deciden con qué menú nos (des)informarán cada día tendrían que volver a repasar las materias de primer semestre. Así sea para que se rían a mandíbula batiente, mientras en las calles siguen sonando, para pedir un poco de solidaridad, las vuvuzelas de los trabajadores en huelga

Deja un comentario

Archivado bajo unidad mpt

Deja un comentario